Enfrentó situación coyuntural industria automotriz por gas y electricidad: Claut N.L. Miguel Ángel Silva Mendez

Mientras que algunas plantas de la industria terminal y de autopartes (considerando dentro de ellas a las productoras de lubricantes y llantas) tuvieron que suspender su actividad fabril porque no tuvieron el abasto de gas para cubrir los requerimientos de sus líneas de manufactura, otras lo hicieron por falta de energía eléctrica y algunas más porque su personal no logró desplazarse oportunamente a sus áreas de actividad por falta de transporte o por efectos del gélido clima que imperó en el norte de la República Mexicana.

Eso afectó obviamente a gran parte de la cadena productiva, desde proveedores de materia prima, compañías de los niveles 3, 2 y 1, prestadores de servicio (empresas transportistas, mensajería y paquetería) y obviamente a la industria terminal.

Audi, Volkswagen inicialmente y posteriormente General Motors, Mazda, Ford, BMW, KIA, Nissan, Toyota y Honda, Navistar, Mercedes–Benz Autobuses y Daimler Tractocamiones, suspendieron operaciones durante horas o, anticipándose a algunas complicaciones, programaron paros técnicos  (en la mayoría de los casos por dos días) a consecuencia de la carencia de fluido eléctrico o gas, sobre todo de este último, en razón de la petición hecha a toda la industria por el Centro Nacional de Control de Energía, Cenace, de reducir 75% su consumo dada la escasez o complicación de abasto del combustible.

Obviamente eso impactará en las cifras del mes, cuando se reporte la producción de los diferentes modelos que dejaron de construir las factorías de las respectivas empresas del sector terminal.

Entrevistado en torno a esta problemática que se inició el 13 de febrero del presente año por efectos del severo descenso en el clima en el estado de Texas y otras entidades de Estados Unidos, así como en el norte de la República Mexicana, Manuel Montoya Ortega, director general del Clúster Automotriz de Nuevo León, Claut y presidente de la Red Nacional de Clústers de la Industria Automotriz, REDCAM, señala que si bien toda la actividad del sector enfrentó situaciones complicadas, el fenómeno es “coyuntural”, generado esencialmente por la severa depresión climática que se registró en las zonas que abarcó.

Ante ello, señala, toda la cadena de proveeduría y la industria terminal se unieron a la decisión de ajustar las operaciones de sus líneas de producción, con la finalidad de racionalizar el consumo de gas y energía eléctrica, “encuadrando su actividad a los recursos disponibles”.

“Los ejecutivos de todas las empresas de la industria automotriz están conscientes del problema y decidieron atenderlo de manera inteligente y ordenada”, asegura.

En ese entorno, dada la gravedad que se veía del problema, los presidentes de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, AMDA, Guillermo Prieto Treviño; de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, AMIA, José Guillermo Zozaya Délano; Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, ANPACT, Miguel Heberto Elizalde Lizárraga, así como de Industria Nacional de Autopartes, INA, Óscar Raúl Albin Santos Guajardo, suscribieron el 17 de febrero de manera conjunta una carta que enviaron al presidente Andrés Manuel López Obrador para solicitar su intervención para garantizar el suministro de energía eléctrica y gas, sin reducción en el suministro ni en el consumo al sector como lo solicitaba el Cenace.

Lo relevante del problema se aprecia con mayor precisión al considerar que 20% del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero lo genera la industria automotriz en su conjunto, soportado en gran medida en el valor de su producción, la actividad exportadora y la generación de empleo.

Dentro de ese contexto, el Claut de Nuevo León (que este año conmemora 14 de haber sido constituido) integra a 90 empresas del sector –de autopartes y terminales–, así como 20 instituciones, académicas, de investigación e instituciones empresariales y organismos, así como al propio gobierno del estado.

En cuanto a la REDCAM (que integra al Clúster Automotriz de Chihuahua, Clúster de la Industria Automotriz de Coahuila, Clúster Automotriz Jalisco, Clúster Automotriz Regional Estado de México, Clúster Automotriz de Guanajuato, Clúster de la Industria de Manufactura Avanzada y Automotriz de La Laguna, Clúster Automotriz de Querétaro, Clúster Automotriz de San Luis Potosí, Clúster Automotriz Zona Centro y recientemente al Clúster Industrial de Aguascalientes, CLIA, así como el propio Claut) representa a más de 500 empresas del sector y organismos homólogos.

El titular de ambos organismos admitió que el fenómeno que se agudizó durante los días 13 a 21 de febrero, va a reportar notoria afectación económica al país, sobre todo porque lo que dejaron de producir las empresas durante ese periodo, no se va recuperar, aunque dijo, “las factorías lo tratarán de hacer”.

Confió además en la realineación en el precio del gas en México, que de costar 4 dólares el millón de BTU se llegó a cotizar a 500 usd.

Se dio a conocer que otras empresas decidieron cambiar temporalmente sus líneas de gas natural por L.P., para mantener activas sus líneas de producción.

Cuestionado del outsurcing y el insourcing, Montoya Ortega dijo que las directivas de cada clúster en lo individual y la REDCAM en lo general, consideran que la reforma laboral debe cuidarse detalladamente para no afectar ni al trabajador ni a las empresas.

Si se eliminan esos laborales, se afectará severamente la competitividad de toda la cadena productiva del sector.

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