Audi TTS, a prueba: un coupé icónico para explicar por qué nos gustan los autos Gerardo García
Pocos autos, por no decir que ninguno —con perdón del R8—, me parecen tan icónicos para Audi en lo que va del milenio como lo es el TT. Lo hemos visto conquistar películas, videojuegos y corazones desde su estreno en septiembre de 1998. Toda historia tiene su fin, y el Audi TT comienza a dibujar el final de sus días. No podíamos dejarlo ir sin darle una despedida en nuestro garaje.
El Audi TTS es uno de esos coches que explican a la perfección nuestro fanatismo por los autos. No son simples fierros ni viles herramientas de transporte —bueno, en algunos casos sí—, sino obras de arte que conjugan la meticulosa labor de los ingenieros con el excepcional trabajo de los diseñadores.
El TTS es eso, la combinación de un diseño creativo y una dinámica que enamora. ¿Te imaginas correr en un Need for Speed con un CUPRA Ateca? Yo tampoco. Y eso no le quita lo divertido al SUV español ni me convence de que los SUV deportivos puedan llenar en algún momento los zapatos de los coupés.
El diseño del Te te no se ha transformado en 20 años —ni le ha hecho falta—, simplemente ha evolucionado sobre la gran idea que nos planteó originalmente Peter Schreyer desde su prototipo a mediados de los 90. Hoy, aun con la clásica parrilla hexagonal de Audi y sus faros afilados, el TT se cuece aparte del resto de la gama.
Su silueta clásica de coupé, el medallón alargado y la espectacular firma de LED que tímidamente se esconde bajo el alerón retráctil nos demuestran que el diseño universal existe, ¿o a cuántas personas has escuchado decir que no les gusta cómo luce un Audi TT?
Interiores originales y minimalistas
El interior del Audi TT no es menos particular que el diseño exterior. Aquí tampoco encontrarás las líneas clásicas del resto de los modelos de la gama, aunque sí hay mucho sabor a Audi en acabados, botones y tecnología, porque la genética no se puede ignorar. El estilo es tan minimalista, que incluso prescinde de la pantalla central para el sistema de infotenimiento.
Sí, leíste bien. El Audi TTS no lleva ningún display al centro. La interfaz que originalmente se coloca a la mitad del tablero fue incorporada de maravilla en el cuadro de instrumentos digital. Ahí, además de los clásicos relojes y de la información de la computadora, puedes visualizar Android Auto y Apple CarPlay. Se controla fácilmente desde los botones en el volante.
La creatividad para conseguir esta cabina tan limpia no termina ahí. Audi se ahorró algunos botones al integrar los controles del aire acondicionado en las mismas rejillas. Mira con atención y notarás que al centro llevan una pequeña pantalla, en la que cada ventilador permite controlar una función: temperatura, velocidad o dirección del aire.
La posición de manejo es baja como en un deportivo genuino, y envolvente como en un coupé de verdad. Por eso mismo es que la visibilidad no es la mejor de la industria, aunque tampoco significa que los cambios de carril sean a ciegas. Simplemente se echa de menos un monitor de punto ciego como equipamiento de serie.
Hablemos de espacio. El Audi TT bien podría haber sido un biplaza. Me queda claro que ese era el plan al momento de desarrollarlo, sin embargo, los impuestos que pagan vehículos de dos pasajeros en algunas partes del mundo obligó a que la marca incluyera asientos traseros. Son tan pequeños, que incluso Audi advierte que están homologados sólo para personas de hasta 1.45 m de alto y te pide tener cuidado al cerrar la cajuela —para no golpear a quien vaya sentado atrás.
En términos de equipamiento, la única versión disponible en México es bastante generosa. Incluye sensores delanteros y traseros de proximidad, sonido Bang & Olufsen, cámara de versa, faros Matrix LED, sensor de luz y de lluvia, cargador inalámbrico, tapicería en piel Nappa, llave inteligente, espejo retrovisor electrocrómico, iluminación en curva y rines de 19".
El Audi TTS hace magia con 286 hp
El Audi TTS es uno de esos autos a los que su ficha técnica no les hace justicia. 286 hp podrían sonar a poco para un coupé que se hace llamar deportivo y que además ronda 1,500 kg en báscula. Nada ligero. Pero de algún modo, los ingenieros de la marca alcanzaron una dinámica sumamente ágil y entretenida, cuya primera línea en su carta de presentación es una aceleración de 0 a 100 km/h en 4.7 segundos.
El auto acelera como si fuera más potente. Confieso que no había mirado la ficha técnica hasta varios días después de haberlo comenzado a conducir. Creía que bajo el cofre había al menos 350 hp, pero no. Su motor 2.0 TFSI genera 286 hp y 280 lb-pie, y los distribuye entre ambos ejes mediante un sistema de tracción integral Quattro y una transmisión automática de doble embrague S-Tronic de seis cambios.
El conjunto hace mucho por la diversión. La caja está programada para gozar del motor en casi todos sus modos de manejo —salvo Efficiency. Eso, combinado a un centro de gravedad sumamente bajo y a una dirección precisa, nos incitan a pecar en la primera curva que nos crucemos en carretera.
El Audi TTS se siente bien pegado al asfalto. No me atrevería a calificar su dinamismo como extremo, pero llena las expectativas que nacen con tan solo mirar su diseño. Es divertido, juguetón y extremadamente fácil de controlar. En ciudad no llega a ser particularmente incómodo. Los baches se sienten algo más de la cuenta y en asfalto maltratado rebotarás un poco en la cabina, pero no es insufrible.
Un Audi que debemos aprovechar mientras viva
Hay modelos de Audi que, por importantes que sean, no nos partiría el corazón verlos desaparecer. Con el TT sucede todo lo contrario. Quizá su nivel de ventas no lo convierta en protagonista de la gama, pero emocionalmente sí se extrañará ver un coupé así de divertido y carismático.
Apostar por una nueva generación ya no es rentable y, de momento, no hay luz verde para un reemplazo directo. Suena por ahí la posibilidad de verlo como vehículo eléctrico en un futuro no muy lejano. Sabiendo el carisma que le hace falta a este tipo de vehículos para triunfar, la vuelta del TT como eléctrico es lógica, y si además es fiel a su comportamiento juguetón, hasta se antoja.
Mientras tanto, hay que aprovechar que el Audi TTS sigue disponible en México. Su precio es de 1,109,900 pesos y su fuerte personalidad es su mejor argumento frente a rivales tan difíciles como un Porsche 718 Cayman, un BMW M240i y hasta un Toyota Supra. ¿Soy el único que pensó que este párrafo haría un gran elenco en Rápido y Furioso?
8.6
A favor
- Su diseño ya es todo un ícono.
- Es rápido, preciso y fácil de controlar.
- Los acabados interiores son dignos del calificativo premium.
En contra
- Los asientos traseros son casi de adorno.
- No lleva de serie ninguna asistencia de conducción.
- En México ya no se vende el TT "a secas" con versiones más accesibles.
Audi TTS TTS TFSI Quattro
$1,109,900
- Motor: 4 cilindros turbo de 2.0 litros
- Potencia máxima: 286 hp @ 5,300 rpm
- Par máximo: 280 lb-pie @ 1,800 rpm
- Transmisión: Automática de doble embrague de 6 vels.
- Tracción: Integral
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 1,520 kg
- Velocidad máxima: 250 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 4.7 s
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,191 mm
- Cajuela: 305 litros
- Consumo en ciudad: 8.3 km/l
- Consumo combinado: 13.3 km/l
- Capacidad del tanque: 55 litros
- Fabricado en: Hungría
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