CUPRA Formentor, al volante de un deportivo que decidió ser SUV... y no al revés Gerardo García
Cuando CUPRA dijo que buscaría una carrera en solitario fuera de SEAT, yo no tenía muy claro cómo de una versión deportiva se podría desprender toda una marca. Luego presentaron su nuevo logo, después una identidad con mucha personalidad y ahora llega a México el CUPRA Formentor para darle sentido a esta estrategia.
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Más que el primer modelo original de CUPRA —es decir, sin una contraparte en SEAT—, el Formentor es una declaración de intenciones por parte de la marca. Cuando se lanzaron como firma nueva nos prometieron exclusividad pero, sobre todo, alto desempeño. Lo están cumpliendo, y todo comienza desde el diseño.
Desde cualquier ángulo, el CUPRA Formentor luce agresivo. Es innegable el parecido con la gama SEAT, porque además lleva los mismos faros y calaveras que León. De algún modo, el Formentor es la versión SUV del nuevo León, como en su momento lo fue el Ateca con la generación anterior del hatchback español. El sello de CUPRA está en los rasgos agresivos del frente, en el difusor con cuatro salidas de escape y en la opción a pintura mate en Azul Petróleo o Gris Magnético, por 40,000 pesos adicionales.
Un interior minimalista y de alto nivel
Por dentro también guarda un enorme parecido con el nuevo León. El tablero es prácticamente el mismo, con el estilo minimalista y bien logrado del hatchback, aunque con ciertos detalles únicos de CUPRA para subir de nivel. Recibe detalles en color cobre, el nuevo logotipo y costuras en contraste para la zona alta del tablero, que además lleva un plástico de acabado gomoso.
El sabor deportivo queda verdaderamente plasmado en los asientos tipo cupo, de comodidad y agarre comprobados, con opción a tapicería negra o azul. El cuadro de instrumentos digital además lleva pantallas específicas para CUPRA y funciones adicionales, como un medidor de fuerzas G y de potencia o par instantáneos.
El sistema de infotenimiento lleva la pantalla más grande disponible. Mide 12 pulgadas e incorpora la nueva interfaz de CUPRA y de SEAT, con gráficos muy bien resueltos y una interfaz muy intuitiva, pensada en concentrar casi todas las funciones del vehículo para poder eliminar prácticamente todos los botones. Sólo conserva el botón de encendido, el del freno de estacionamiento y el de los seguros.
Una vez que te acostumbras, desde la pantalla es fácil acceder a las funciones principales, como la climatización, sin embargo, hay que tener en cuenta que casi siempre llevamos conectado Android Auto o Apple CarPlay —este último, por cierto, es inalámbrico—, por lo que los accesos a controles del vehículo ya no son tan directos. Como sucede en León, me hicieron falta dos o tres controles "físicos".
El equilibrio entre precio, calidad y equipamiento es muy interesante. A México llega con techo panorámico, cargador inalámbrico para teléfonos, asiento del conductor con ajuste eléctrico, climatización automática de tres zonas, asientos delanteros calefactables, monitor de punto ciego integrado a la iluminación ambiental —disponible en varios colores— y asistente de salida segura, que avisa sobre si un auto o una bicicleta se aproximan al abrir las puertas.
De su configuración de equipamiento para México, lo único que quedó a deber son más asistencias de manejo. Pese a la propuesta tan tecnológica de la cabina, el CUPRA Formentor no ofrece las mismas asistencias que sí encontramos en Ateca, como alerta de colisión frontal con freno autónomo de emergencia y control de velocidad crucero adaptativo.
El CUPRA Formentor va duro en pista y delicioso en carretera
La prueba de manejo del Formentor en México fue bastante completa. Todo comenzó en pista, en su hábitat natural. Si el Ateca no era suficiente prueba del compromiso de CUPRA con el alto desempeño, el Formentor llega a demostrarlo, con una apariencia más atlética y con un grado de dinamismo que evoluciona.
El Formentor no emplea la exactamente la misma plataforma MQB que Ateca, sino la MQB Evo como los nuevos Golf y León. Las mejoras se notan en cómo lidia con el peso, y es que sin ser precisamente ligero, sí es fácil de controlar a alta velocidad. Si entras excesivamente rápido a una curva, habrá algo de body-roll, pero mucho menos de lo pensado en un SUV. Las transferencias de peso se hacen con gracia, dando como resultado un vehículo ágil y divertido.
La combinación entre la caja automática de doble embrague de siete cambios, tracción integral y motor 2.0 TSI de 310 hp y 295 lb-pie hace maravillas en pista. Todos estos elementos, junto con dirección y suspensión, están a merced del selector de modos de manejo.
Para pista, los programas ideales son Sport o CUPRA, mucho más permisivos en el comportamiento de las asistencias para dejar que las llantas deslicen. El Formentor es muy fácil de llevar rápido y confía en las manos de su conductor, pero también se protege cuando lo extremo empieza a tornarse en descontrol.
Hablemos ahora del motor. Este propulsor lo encontramos en CUPRA Ateca, en el futuro CUPRA León o en Volkswagen Golf R. Lo mejor es su potencia y lo bien que se entiende con la transmisión. Casi no hay turbolag, pero sí mantiene la clásica "patada" del turbo. Es un motor elástico, que no llega a sentirse que le falte potencia a bajas o a altas revoluciones.
Al salir a carretera, salen a relucir otras diferencias respecto al CUPRA Ateca. La evolución de la plataforma se identifica sobre todo en la suspensión, que ya no es tan seca como en el otro SUV de la marca. Incluso en su configuración más firme, en el Formentor no llega a sentirse el mismo golpeteo al pasar por uniones de puente o baches.
El modo de manejo ideal para carretera es el Comfort... si no quieres una experiencia tan racing. El Formentor seguirá siendo rápido, porque no sabe moverse de otro modo, pero cambiará su tacto con más suavidad y modificará hasta el sonido de escape. En modos CUPRA o Sport lo amplifica hacia la cabina, con un sonido ronco y bien logrado. Se escucha el rugido de los cambios descendentes al frenar y el clásico petardeo al acelerar a fondo.
En carretera, lo mejor del Formentor es su equilibrio. Aquí es donde saca a relucir su naturaleza SUV, con un alto grado de comodidad y sin la rigidez de un hot-hatch. Es más amigable con el día a día, sin esconder la esencia de alto desempeño de la casa. Los rebases son sencillos, la insonorización es adecuada y la posición de manejo es cómoda.
Un SUV con el que da gusto encontrarse
En una industria donde los SUV marcan el ritmo, y no siempre de la forma en que nos gustaría, da gusto encontrarse con esto: un SUV que nace realmente como vehículo de alto desempeño, con un alma más de hatchback que de SUV. Combina practicidad, estilo, comodidad y sabor racing.
El CUPRA Formentor juega en solitario en México. Prácticamente inaugura su propia categoría. No hay otro SUV de estilo coupé a ese precio que combine su nivel de acabados y, sobre todo, ese nivel de desempeño: esas ganas de decir "sí, soy un SUV y quiero entrarle a cualquier track-day". Por sus 855,900 pesos quizá puedas pensar en un Audi Q5 o en un Acura RDX, que son más grandes y hasta mejor terminados por dentro, pero no llegan en potencia ni dinamismo. Si buscas un SUV con sabor a hot-hatch, el Formentor es la opción.
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