Chevrolet Corvette 2020, a prueba: manso para el día a día, bronco en circuito Gerardo García
En febrero, cuando el mundo era como ahora lo añoramos, viajé a Nevada para ponerle las manos encima al Chevrolet Corvette 2020 en su hábitat natural: el circuito. Ahí, a la mitad del desierto, me sorprendió lo eficaz que volvió sin perder su carácter rabioso, pero ¿puede ser un coche para todos los días? Lo probamos en Ciudad de México para averiguarlo.
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Esta octava generación del Chevrolet Corvette es la primera con motor central y demuestra que el icónico deportivo americano quiere medirse con los mejores autos del mundo... por la mitad del precio. Si te interesa saber con santo y seña cómo es conducirlo en pista, pásate por nuestra experiencia de hace unos meses.
Lo que hoy nos trae hasta aquí es comprobar si la gente de General Motors decía la verdad cuando nos comentaron que el Corvette puede ser tu auto de todos los días sin ningún problema. Quizá en Estados Unidos tenga sentido, pero ¿es fácil convivir con el auto en una ciudad tan caótica como las de nuestro país?
La respuesta es sí. Más allá de las restricciones de espacio propias de un coupé, el Chevrolet Corvette C8 no llega a ser incómodo ni en calles maltratadas. Evidentemente el golpeteo en baches se sentirá mucho más que en un Equinox, pero para la clase de auto que es, el Corvette no se siente excesivamente rígido ni seco.
La responsable es la suspensión Magnetic Ride Control, incluida en el paquete opcional Performance, que constantemente revisa las condiciones de manejo y realiza los ajustes necesarios para mejorar la calidad de marcha. Se rige mediante un selector de modos de manejo, en el que Tour representa el mayor grado de confort.
Una preocupación lógica es la altura respecto al piso. La mayoría de las veces, el Corvette 2020 pasará sin mayor problema, aunque siempre hay que tener cuidado con rampas o topes que parecen banquetas. El auto puede elevar el frente 40 mm (en 2.8 segundos) para pasar obstáculos más fácilmente, y memorizará la ubicación para hacerlo automáticamente la siguiente vez que pases por ahí.
Ahora bien, en cuanto a respuesta del motor, el Corvette no es un auto incómodo en embotellamientos. Es cierto que bajo el cofre tendremos un V8 de 495 hp y 470 lb-pie, sin embargo, en modo Tour no llega a sentirse agresivo ni hay que ser excesivamente moderados con el acelerador para evitar que se aviente al tráfico en un descuido. La historia cambia, evidentemente, al pasarse a modos Sport o Track, con un acelerador mucho más sensible.
En términos de equipamiento, el Corvette también recuerda más a un gran turismo que a un vehículo completamente orientado a la velocidad. Encontraremos sonido Bose de 14 bocinas, cargador inalámbrico para teléfonos, cámara delantera y trasera, cargador inalámbrico para teléfonos, un techo removible para cuando quieras viajar descapotado y asientos con calefacción y ventilación.
Donde el Corvette se va volviendo menos amable con la vida cotidiana es al hablar de almacenamiento. Entre sus dos cajuelas —delantera y trasera— suma poco más de 350 litros, apenas el necesario para el equipaje de dos personas en un viaje o las compras del supermercado. En la cabina hay pocos lugares para colocar objetos y puede ser complicado acomodar teléfonos grandes.
El capricho del diseño de la cabina, que gusta por futurista, pasa su factura en la posición de los botones. Todo el módulo de climatización va colocado en una tira de 18 botones que necesitan que desvíes la atención del frente para seleccionarlos. Además, si el copiloto quiere sacar algo de la consola central, es probable que oprima alguno de ellos accidentalmente.
Se entiende con la ciudad, pero se disfruta más en carretera
Hablar de cómo es vivir en el día a día con un Chevrolet Corvette es importante si algunos de sus propietarios lo utilizarán más entre calles y semáforos que en carretera o circuito. Pero tampoco podemos cerrarnos sólo a un escenario urbano. En autopista, y nuevamente en modo Tour, el Corvette gusta por su grado de confort, aunque no tanto por su aislamiento acústico. Nuevamente recuerda más a un gran turismo que a un coupé deportivo.
Si le damos rienda suelta al acelerador, el Corvette responderá a la altura aún en modo Tour, pero para gozarlo como se debe, los modos Sport y Track en pista son una gozada si además te gustan los deportivos de espíritu bronco y sonido apabullante.
La dirección ahora es más precisa y el auto soporta bastante aceleración lateral, aunque eso no significa que la trasera deje de ser juguetona; a la más mínima provocación se sigue insinuando. Cuenta con toda la electrónica perfectamente programada para ayudarte... o la opción de desactivarla si tus manos son lo suficientemente hábiles para controlarlo.
A partir de esta generación, el Corvette sólo está disponible con transmisión automática. La caja de doble embrague de ocho cambios es precisa y rápida, y definitivamente es la mejor opción para conseguir mejor tiempo de aceleración —le toma 3.35 segundos llegar a 100 km/h— pero, pese a su eficacia, a los más puristas siempre les faltará la opción a un tercer pedal.
Un deportivo de motor central a precio "de remate"
Vale, quizá exageré al decir que una etiqueta de 1,999,000 pesos es un precio de remate, pero si revisas qué otro coupé de motor central con techo removible y este nivel de equipamiento hay por cerca de dos millones de pesos, entenderás a qué me refiero cuando digo que el Corvette va tras los mejores deportivos del mundo por la mitad del precio.
No, no es preciso como un Porsche 911 —aunque sí más rápido en un 0 a 100 km/h— ni tan innovador como un Acura NSX ni tan exquisito como un Ferrari, pero el equilibrio entre utilidad para el día a día, calidad, equipamiento y, sobre todo, desempeño, hacen que el Corvette sea el coupé genuinamente deportivo que más valor te dará por tu dinero.
8.4
A favor
- Un deportivo de motor central por 2 millones de pesos.
- Es cómodo para usarlo en ciudad.
- Los acabados interiores han mejorado mucho.
En contra
- Poco espacio para equipaje y objetos personales.
- El V8 pasa su factura en el consumo urbano.
- No ofrece freno autónomo de emergencia.
Chevrolet Corvette Z51 Performance Package
$2,200,000
- Motor: V8 de 6.2 litros
- Potencia: 495 hp @ 6,450 rpm
- Par: 470 lb-pie @ 5,150 rpm
- Transmisión: Automática de doble embrague de 8 vels.
- Tracción: Trasera
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 1,526 kg
- Velocidad máxima: N.D.
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 3.3 s'
- Longitud: 4,630 mm
- Cajuela: 356 litros
- Consumo en ciudad: 4 km/l
- Consumo en carretera: 14.3 km/l'
- Consumo combinado: 9.4 km/l'
- Capacidad del tanque: 70 litros
- Fabricado en: Estados Unidos
' Cifras anunciadas por el fabricante
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