BMW X5 2019, manejamos al SUV premium mediano que quiere quedarse con el trono del segmento Mau Juárez
Hace 20 años BMW rompía el molde que forjó a una de las marcas premium más reconocidas a nivel mundial, pues presentaban su primer SUV, el BMW X5. Desde entonces ha tenido tres generaciones cada una caracterizada por llevar las sensaciones de manejo de los autos que los hicieron famosos a una camioneta. Viajamos a Guadalajara con la marca para conocer y conducir por suelo tapatío a la cuarta generación de este SAV, cómo lo denomina la marca.
Durante la ruta que tuvimos pudimos experimentar su conducción a altas velocidades en carreteras, su comodidad en el tránsito pesado de la ciudad y sus capacidades off-road en una ruta complicada para autos de este tipo. Las sorpresas fueron muchas y aquí te contamos nuestras impresiones.
Si te quejas del diseño es porque no lo has conducido o te has subido
No podemos decir que el diseño del X5 es algo revolucionario, simplemente toma trazos que ya conocíamos e inyecta un poco de expresiones más modernas para que el vehículo vaya a tono con lo más reciente de la marca, principalmente tomando mucha inspiración de su hermano menor, el X3. Los cambios más notorios los encontrarás en la parrilla que ahora es enorme, un nuevo diseño de fascia y faros.
Los costados también adoptan un par de nervaduras nuevas para resaltar su figura y algunos diseños de rines. En la parte trasera lo más fácil de identificar como elemento nuevo son las calaveras LED.
En general su diseño sigue siendo imponente, y gracias a los nuevos cambios luce más musculoso. Además del hecho de que sí creció un poco a lo alto ancho y su distancia entre ejes.
Una buena mezcla de espíritu deportivo, con tecnología, calidad y clase
Estuvimos al mando del BMW X5 xDrive50iA M Sport, la versión más completa disponible hasta ahora.
Al subir al X5 y cerrar la puerta de inmediato sientes como te rodea toda una sensación de calidad que poco a poco se hace tangible cuando comienzas a tocar los elementos cubiertos en piel o aquellos en plásticos suaves. Simplemente se acusa un gran trabajo de ensamblado y de elección de materiales de calidad, lo que esperarías de un vehículo de tal clase y precio.
El diseño interior tiene algunos tintes minimalistas, pues han eliminado muchos botones prescindibles, pero han conservado las perillas y botones esenciales para algunas funciones.
Al haber tenido nuestra toma de contacto con la versión más completa, nos encontramos con un nuevo sistema de infotenimiento con pantalla de 12.3" Connected Drive compatible con Apple CarPlay, cuya resolución era muy buena, al igual que su respuesta a todos nuestros comandos. Este sistema de infotenimiento también estaba estrenando el sistema operativo 7.0 de BMW que funciona con la ayuda de una tarjeta SIM, cosa que le permite obtener actualizaciones desde la red en cualquier momento sin tener que ir a la agencia.
Dicho sistema migra detalles antes vistos en Serie 5 como los controles a través de gestos. Por otra parte, este sistema operativo permite un nivel muy alto de personalización, pues ahora el menú principal del sistema podrá ser configurado con ventanas tipo widget para tener lo que más nos interesa a mejor alcance, recortando los clics para llegar a tales funciones.
También estrena cuadro de instrumentos digital, visible a través de una pantalla de 12.3". Esta pantalla nos mostrará la navegación y muchos detalles del camino, alertas y demás funciones sin tener que despegar tanto los ojos del camino. De forma opcional puede incluirse el head-up display.
Al tener el paquete M Sport, llevaba volante deportivo y varios detalles cómo las estriberas y pedales en aluminio para mejorar su apariencia. Los asientos delanteros cuentan con memorias y ajuste eléctrico y son muy cómodos para todo tipo de situación. Nuestro vehículo de prueba contaba con aire acondicionado automático de cuatro zonas y sistema de audio Harman Kardon con muy buen sonido, opcionalmente puedes llevar el audio a un nuevo límite con el sistema de Bowers & Wilkins.
En cuanto a practicidad los espacios son suficientes, no abundan como en otros vehículos más enfocados al comfort, pero tampoco será difícil transportar cosas, su cajuela mantiene portón trasero doble, ambas puertas con apertura eléctrica. El área de carga tiene 456 litros con asientos en su lugar y puede crecer a 1,860 si se abaten los asientos traseros.
Tecnología de sobra
El ámbito tecnológico se ha vuelto muy importante en este segmento, de X5 cabe destacar que ahora al equipar las opciones correctas puede llegar a tener un nivel 3 de conducción autónoma, es decir, podrá conducirse completamente solo hasta los 60 km/h en condiciones de trafico medio y pesado, pues cuenta con sistema de mantenimiento de carril y asistente de cambio de carril y control de velocidad crucero adaptativo con frenado de emergencia. Si el camino en el que manejemos está bien señalizado no tendrá problema alguno.
Dicha conducción autónoma es ideal para caminos muy largos sin semáforos, principalmente en carreteras que puedan llegar a tener zonas de baja velocidad. Como tal no es un sistema totalmente autónomo, pues es capaz de seguir otros autos, mantenerse en su carril por su cuenta y cambiar de carril, pero más funciones no. Probamos el control de velocidad crucero adaptativo y debemos decir que funcionó bien, pero como era de esperarse cuando las condiciones del camino no eran las óptimas nos pedía retomar el control manual. Por condiciones no optimas me refiero a caminos donde los carriles no están bien delimitados.
En seguridad además de llevar seis bolsas de aire, control de tracción y estabilidad, frenado autónomo de emergencia, detector de punto ciego, asistente de cambio de carril, visión de 360º y estacionamiento autónomo; también cuenta con un sistema de emergencia que se activa al presionar el freno de estacionamiento eléctrico estando en movimiento, con hacer eso, el vehículo bajará la velocidad y si hay un acotamiento se orillará sólo para ponernos a salvo, de no existir, frenará poco a poco hasta hacer alto total en su carril, activará las intermitentes y hará una llamada de emergencia automáticamente para conseguir asistencia médica.
Capaz en ciudad, en carretera y hasta en off-road
La unidad que condujimos era un X5 xDrive50iA M Sport, bajo su cofre lleva un V8 turbo de 462 hp y 479 lb-pie de par, que a su vez se acopla a una caja automática de ocho cambios que lleva el poder a ambos ejes.
La respuesta del motor es muy buena, pero dónde más se disfruta es en la configuración Sport, el acelerador nos mueve al instante y la caja estira más para no dejarnos sin empuje, a su vez dándonos cambios rápidos tanto arriba como abajo. En algunos tramos pudimos superar los 260 km/h y antes de llegar ahí, simplemente no pareciera que se le terminara el punch.
A altas velocidades, se siente completamente plantado al suelo, aunque por su tamaño y en ocasiones puedes sentir un poco de movimiento involuntario creado por el viento, aunque esto último pasando cuando se va a velocidades altas.
Parte de su agarre es el hecho de la suspensión de aire que tiene, con lo que puede regular muy bien su firmeza, de hecho, al pasar de 138 km/h automáticamente bajará la suspensión cuatro centímetros para hacerla más aerodinámica y estable. Nuestro X5 venía equipado con un opcional que sólo se incluirá como pedido especial, y es el eje trasero direccionable, con el hay mayor agilidad en todo momento, aunque también un aumento de precio considerable, es muy curioso sentir el actuar del eje trasero, pues al hacer cambios de dirección bruscos y continuos, sientes como las ruedas empujan la parte trasera a los costados. En condiciones normales, puede que no lo percibas tanto, pero las ventajas de tal configuración ahí estarán.
Otro de sus tantos opcionales es el paquete off-road, que además de la suspensión mejorada con modos de manejo, ofrece llantas con más agarre fuera del camino y protecciones de bajos.
Durante el recorrido salimos a un tramo off road de aproximadamente siete kilómetros, en él nos enfrentamos a caminos empedrados, algunos de graba e incluso algunos baches profundos. Si bien el X5 no está pensado para off-road, esta nueva generación mejoró sus capacidades fuera del camino gracias a que la suspensión puede elevarse hasta cuatro cm más para librar obstáculos, y con un paquete opcional, puede llevar modos de manejo para nieve, grava, piedras y arena. Tal vez no estará tan cerca a un Jeep o un Land Rover, pero definitivamente, es capaz de enfrentarse a terrenos accidentados.
Un gran SUV con un gran pecado en forma de opcional
En conclusión el BMW X5 de cuarta generación, regresa más equipado, tecnológico y potente. Sus capacidades en el camino son las características de la marca bávara con un manejo ágil, de sensaciones deportivas y muy directas. Llega a sentirse como un sedán en ocasiones y eso habla muy bien de toda la puesta a punto.
También ha demostrado que poco a poco se va volviendo más capaz de salir del asfalto y meterse a terrenos algo difíciles sin problemas. La calidad en el interior es la que esperas por el precio que pagas que va de $1,149,900 a $1,529,900 de la versión que probamos.
Sin embargo aún tiene área de oportunidad, pues mucho de ese equipo que lo hace especial o que puede marcar la diferencia con los rivales, es un opcional extra. De ahora en adelante queda probar el desempeño de la versión híbrida que llegara en 2019 y la brutalidad del X5 M que deberá aparecer más tarde.
En Mototpasión México | BMW X5 2019: Precios, versiones y equipamiento en México
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