CDMX no está lista para los patines eléctricos, aunque realmente los necesite Estefanía Trujillo

diciembre 20, 2018

CDMX no está lista para los patines eléctricos, aunque realmente los necesite Estefanía Trujillo

CDMX no está lista para los patines eléctricos, aunque realmente los necesite

Ciudad de México tiene muchas facetas, una de ellas es lo caótica que se ha vuelto en los últimos años, todos y sin temor a equivocarme, ya conocemos las famosas “horas pico”, donde el 90% de los oficinistas salen rumbo a sus trabajos.

El parque vehicular a nivel nacional hoy ya es una exageración, los más de 45 millones de vehículos (autos, motos, camiones pesados) circulando en todo el país, según cifras del INEGI en 2017, han llevado a las empresas privadas a ofrecer otras alternativas de movilidad, primero bicicletas y ahora ¿patines eléctricos?

El 30% de los viajes realizados con los patines, son viajes que se hubieran hecho en auto.

Alexander Wieland, General Manager de Lime en México, nos comentó en entrevista que, específicamente como empresa y después de diversos análisis y recopilación de información, vieron en México un gran potencial para impulsar esta alternativa de movilidad.

“Considero que en Ciudad de México, para ser muy específicos, estos patines eléctricos son ideales para el trayecto de los usuarios. Llegamos por la necesidad que tiene la ciudad y para crear un ambiente de movilidad más inteligente y sustentable”, agregó Wieland.

El proyecto de llevar una alternativa adicional a los vehículos híbridos y eléctricos a las grandes ciudades no solo ocurre en México, un claro ejemplo es España, que atraviesa una problemática en la actualidad respecto al tema regulatorio de los patines.

Según datos publicados por el fiscal coordinador de Seguridad Vial de aquél país, Bartolomé Vargas, se han producido 273 accidentes en 44 ciudades españolas en los 11 primeros meses de 2018, con 203 de ellos causados por los patinadores. Solo en Barcelona, destaca la Fiscalía, estos vehículos han estado presentes en 2,330 infracciones administrativas.

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Mientras tanto en México el tema es relativamente fresco, por lo que aún se desconocen cifras exactas de accidentes a bordo de dichos patines; Alexander agregó también que todos los usuarios, por lo menos de Lime, se encuentran protegidos por una póliza de seguro que se rige bajo los estándares establecidos por la Secretaria de Movilidad (Semovi)

Los patines eléctricos alcanzan una velocidad máxima de 25 km/h.

En entrevista para Notimex, el director de expansión regional de Lime México, Keven Durán, dijo que los scooters se colocan en los puestos de llegada determinados por los ingenieros de la compañía, con el objetivo de que cada vez más usuarios se beneficien de este servicio. "Estos vehículos motorizados están ubicados en los puntos de llegada que nuestros ingenieros han indicado como puntos en los que hay un mayor uso y conexión para la ciudadanía; los usuarios simplemente tienen que descargar una aplicación y moverse", explicó.

¿Cómo funciona el servicio?

La aplicación crea un perfil de cada usuario, que ingresa los datos de su tarjeta de crédito hasta el momento en que comienza el viaje; Una vez que inicie, se cobrarán 10 pesos por el inicio del viaje y luego tres pesos por cada minuto transcurrido.
Al final del recorrido, se tiene que abrir la aplicación para indicar su final y enviar una foto del vehículo. La captura de imagen del patín es para indicar a los administradores del servicio que los patines están correctamente estacionados, en caso de que se deje fuera del área asignada, se cobrará 500 pesos.
Para su ubicación, tienen un GPS que indica su dónde están cada dos minutos, lo que evita el robo o el abandono del área de servicio.
En cuanto al equipo de seguridad, Alexander dijo que, si bien la renta del patín no incluye un casco de seguridad, en todo momento se le hace saber al usuario que tiene que portar uno por cuenta propia. Además de dejarle bien en claro que para evitar accidentes, la circulación de los mismos tiene que ser únicamente en ciclovías, calles y avenidas principales.

La renta del patín no incluye un casco de seguridad, aunque la empresa invita a los usuarios a usarlos.

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Lime, empresa californiana, es tan sólo un ejemplo del crecimiento que están teniendo estos vehículos en México, principalmente en Ciudad de México y Monterrey, que son las ciudades donde circulan actualmente, incluso Alexander nos comentó que tienen planes de ampliar su portafolio de movilidad y abrirse camino en otros terrenos como bicicletas y vehículos eléctricos.

Una alternativa interesante en una ciudad caótica

La llegada de nuevas alternativas para que nos traslademos fácilmente en la ciudad es un gran paso, que complementa las tecnologías que de igual forma utiliza la industria automotriz, sin embargo, como usuarios tenemos toda la responsabilidad y obligación de colaborar de la mejor forma para que estas alternativas funcionen como se debe. Se trata de agilizar los trayectos y facilitar el día a día, no de crear más problemas en las calles.

Si bien no podemos adelantarnos a los hechos, la infinidad de accidentes en bicicleta que ocurren todos los días nos dan una referencia de que posiblemente no estamos preparados para la circulación segura de los patines. Empezando por nuestra propia integridad: si un accidente a una velocidad de 50 km/h equivale a una caída de un sexto piso, no hace falta ser un científico para saber lo que pasará si en un patín vas a 25 km/h (velocidad máxima que ofrecen) sin ninguna protección.

La circulación de los patines eléctricos sólo está permitida en ciclovías, calles y avenidas principales, no en banquetas.

A pesar de que las intenciones de las empresas que están implementando estos medios alternativos son buenas, llevará tiempo “cambiarnos el chip” como usuarios, empezando por respetar las áreas asignadas solo para peatones. ¿Quién no ha visto a estos patines circular por banquetas? Lime y las demás empresas que los operan no pueden garantizar que sus usuarios transiten sólo en las áreas destinadas para ello.

Los automovilistas, por su parte, deben aprender a convivir con los transportes alternativos: bicicletas, motocicletas, patines eléctricos y todo vehículo que no sea motorizado o que no tenga cuatro ruedas. Opciones de movilidad nos sobran, ahora sólo hay que integrarnos a ellas de la mejor forma, por seguridad de todos.