BMW M235i Gran Coupé, a prueba: un sedán ágil para los que no están seguros de querer un coupé Gerardo García
A lo largo de la historia, las marcas han querido quitarle los “peros” a sus productos: café descafeinado, refrescos sin azúcar, pasta sin gluten y hasta carne hecha de plantas. BMW hizo exactamente lo mismo con sus coupés: puso en las calles modelos de silueta similar, pero con puertas traseras para que la practicidad no sea excusa. ¿A qué juega exactamente el BMW Serie 2 Gran Coupé? Lo tuvimos a prueba.
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Primero lo primero. Entre el Serie 2 Coupé y el Gran Coupé hay una enorme diferencia. El coupé “a secas” es fiel al concepto original, con sólo dos puertas, una silueta más deportiva, motores de hasta seis cilindros en línea y plataforma de tracción trasera. El Serie 2 Gran Coupé en realidad es un sedán que imita lo más posible a un coupé; tiene puertas traseras, motores de hasta cuatro cilindros y comparte la plataforma de tracción delantera con el Serie 1.
Si lo piensas bien, este auto bien podría haberse llamado Serie 1 Sedán, pero a sus clientes les brillan más los ojos si lo llamas Gran Coupé. Por eso mismo adopta algunos detalles de diseño muy interesantes, como un cofre bajo, una silueta en diagonal y un techo que se desvanece sutilmente en la trasera. Incluso las calaveras guardan un mayor parecido con los coupés que con los sedanes de BMW.
La versión que probamos es la tope de gama, con el motor más potente del portafolio, y por ello viste con el kit de M Sport. El acabado de la parrilla, las grandes tomas de aire, los rines de aluminio de 18” —con opción a unos de 19”— y las pinzas de freno azules delatan su carácter deportivo. Si no quieres pagar el motor más potente, pero sí te interesan estos mismos detalles de diseño, BMW ofrece este kit de manera opcional en el resto de la gama.
El interior de cualquier BMW
La cabina del BMW Serie 2 Gran Coupé parece una calca de la de sus hermanos mayores, desde un Serie 4 hasta un X5. Esto tiene su gracia porque la sensación de calidad es muy buena. Los aromas, las texturas y la resolución de las pantallas son de primer nivel y de muchísimo sabor premium. Independientemente del diseño, la selección de materiales en sí misma me parece mejor que la de un CLA o de un A3.
Lo que no me encanta de ese gran parecido con sus hermanos mayores, es que el interior no tiene personalidad propia. Tiene todo el carácter de BMW y detalles muy atractivos, como los asientos deportivos, el volante M Sport y un interesante uso de la iluminación ambiental, pero no veo una personalidad distinta a la de cualquier otro modelo de la marca. Es una gran cabina por ser un BMW, pero es eso: un BMW, no el BMW.
Eso sí, para el uso cotidiano, el interior del BMW Serie 2 Gran Coupé está muy bien diseñado. El cuadro de instrumentos digital tiene gráficos muy llamativos e información fácil de leer. Puedes elegir si quieres ver información del navegador, datos de viaje, música o hasta un medidor de fuerzas G y de potencia en tiempo real.
La pantalla del sistema multimedia es de 10.2” y también se incluye de serie. Tiene servicios en línea para obtener información de tráfico en tiempo real, clima y hasta noticias. También responde al comando “hola, BMW” y sigue instrucciones naturales como “tengo frío” o “llévame a casa”. El sistema continuamente va aumentando sus funciones gracias a constantes actualizaciones y aprendizaje de usuarios a nivel global.
Más allá de las pantallas, el equipamiento de serie es bastante completo. Lleva llave inteligente, climatización de doble zona, iluminación ambiental en múltiples colores, asientos delanteros eléctricos y con memoria para el conductor, sensor de lluvia, asistente de estacionamiento automático, sensores de proximidad, cámara de visión trasera, Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, llamada inteligente de emergencia, techo panorámico y espejos antideslumbrantes.
Lo único que se extrañan son asistencias de conducción. Todas son opcionales, desde el monitor de punto ciego, hasta el freno autónomo de emergencia. Se ofrece un sistema de control de velocidad crucero adaptativo con función de seguimiento de líneas de carril para conseguir un manejo semiautónomo. En el plano de lo opcional también hay distintos diseños de rines y varios niveles de personalización, como los cinturones de seguridad con los colores de M Sport, por 7,700 pesos.
Al interior, lo que da sentido al BMW Serie 2 Gran Coupé a lado del Serie 2 Coupé está en las plazas traseras. Las puertas de atrás añaden la practicidad a la que muchas personas no están dispuestas a renunciar, aunque su ventaja no es sólo el número de puertas, sino también el espacio. Al emplear una plataforma de tracción delantera y no tener un techo tan bajo, el Serie 2 Gran Coupé se vuelve mejor auto para viajar con compañía. Y no es que sea un sedán sumamente amplio, porque a fin de cuentas tiene dimensiones compactas, pero acomoda bien a lo largo y suficiente a lo alto. Lo que se extrañan son puertos USB para quienes viajan atrás.
306 hp para una conducción adictiva
Como decía al principio, el BMW Serie 2 Gran Coupé no tiene mucho que ver con el Serie 2 Coupé en términos dinámicos: uno lleva plataforma de tracción trasera y es mucho más juguetón; el que probamos apuesta por la tradicional configuración de tracción delantera. Ambos son divertidos, aunque cada uno a su manera.
El mayor reto al que se enfrentaron los ingenieros de BMW al momento de desarrollar el M235i Gran Coupé fue el subviraje propio de una arquitectura de tracción delantera, es decir, la sensación de que el auto saca el frente de la trayectoria en curvas rápidas. Su solución fue bastante audaz: por un lado, introducir un sistema de tracción integral, que aunque privilegia la entrega de poder al eje delantero, usa el trasero de apoyo para mejorar el agarre. La segunda solución —y la más interesante— es el sistema ARB, que controla rápidamente el deslizamiento de las ruedas delanteras para evitar llegar al subviraje, sin necesidad de que intervenga el control de estabilidad.
El resultado es un auto divertido y de tacto sumamente deportivo y preciso. La mano de M Sport se nota en el peso de la dirección y su respuesta inmediata, en la firme pisada de la suspensión y en la poca inclinación de la carrocería en movimientos bruscos. Dentro de su categoría, BMW sigue marcando el paso en términos dinámicos, aun siendo tracción delantera… como lo son sus rivales.
Donde me sorprendió fue en el día a día. La suspensión incluida de serie no lleva amortiguación variable; tiene uno solo nivel de firmeza y no es precisamente suave, aunque a diferencia de otros modelos de M Sport de BMW, aquí no la sentí innecesariamente rígida. Tiene el nivel de dureza necesario para sentirse deportivo, sin castigar el paso por calles de adoquín o baches.
Hay tres modos de manejo a elegir, desde un Eco Pro que modifica el funcionamiento de la transmisión para que el motor produzca sólo el poder necesario para moverse, hasta un Sport que le saca todo el provecho al motor, además de añadir peso a la dirección. También cambia el sonido del escape, y me agrada porque tiene un sonido algo ronco —y no es simulado.
El motor de este modelo es turbo de 2.0 litros. Genera 306 hp y 331 lb-pie. Es un motor con casi nada de turbolag y una gran elasticidad, porque se siente con buen nivel de poder a casi cualquier rango de revoluciones, ya sean sólo 2,000 o hasta 6,000. Eso sí, pasando las 6,000 ya empieza a ahogarse, pero la transmisión lo sabe bien y hace el cambio en el momento exacto. Es una caja de ocho velocidades con función launch control.
De este modo, el M235i Gran Coupé se siente un tanto explosivo, sumamente rápido y tremendamente divertido, como se esperaría de un compacto de 300 hp. Le toma 4.8 segundos llegar a 100 km/h. Eso sí, ya en términos de consumo, un motor así pasa su factura con una media de 8.1 km/l en ciudad. Cuando el camino se despeja y no se abusa del acelerador, en modo Eco Pro se puede promediar hasta unos 11.5 km/l, aunque al entrar al tráfico volverá a caer.
El sabor de BMW en un empaque pequeño
El BMW Serie 2 Gran Coupé es, a resumidas cuentas, un sedán de silueta atlética para los que sienten poco práctico a un coupé. No alcanza el carácter juguetón del Serie 2 original, pero definitivamente es mucho más amigable con el día a día. Es un sedán de mucho sabor premium, tacto altamente deportivo y las dimensiones adecuadas. Eso sí, todo a su precio.
Esta versión tiene un precio de 1,110,000 pesos antes de cualquier equipamiento opcional. No es precisamente barato, y quizá un Audi S3 que cuesta 131,000 pesos menos le pueda hacer ruido, pero a cambio el sedán de BMW juega cartas de dinamismo, acabados y tecnología. Entre sus rivales también está el CLA 35 con sello de AMG.
8.9
A favor
- Manejo deportivo sin comprometer el confort.
- Buenos acabados interiores.
- 306 hp lo hacen un sedán muy divertido.
En contra
- No hay versiones por menos de 800,000 pesos.
- Las asistencias de manejo son opcionales.
- El consumo se puede elevar fácilmente con tráfico.
BMW Serie 2 Gran Coupé M235i xDrive
$1,100,000
- Motor: 4 cilindros turbo de 2.0 litros
- Potencia: 306 hp @ 5,000 rpm
- Par: 331 lb-pie @ 1,750 rpm
- Transmisión: Automática de 8 vels.
- Tracción: Integral
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 1,645 kg
- Neumáticos: 225/40 R18
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,526 mm
- Cajuela: 430 litros
- Consumo en ciudad: 8.1 km/l
- Capacidad del tanque: 50 litros
- Fabricado en: Alemania
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La noticia BMW M235i Gran Coupé, a prueba: un sedán ágil para los que no están seguros de querer un coupé fue publicada originalmente en Motorpasión México por Gerardo García .
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