Afectó entorno adverso a Bosch en sus resultados de 2019 María Luisa Fuentes Chichitz

STUTTGART, Alemania.- Reporta Bosch ingresos por 77.900 millones de euros al cierre de 2019, cifra que mantiene el nivel de ventas alcanzado en 2018, los beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT) alcanzaron alrededor de 3.000 millones de euros, lo que representa menos del 4% en el margen EBIT.

En la presentación de resultados preliminares Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración de Robert Bosch GmbH expreso “una economía débil y la fuerte caída de producción de automotores dejaron huella en la compañía”.

La desaceleración de la producción automovilística, particularmente en los mercados clave de China y la India, la continuada reducción de la cuota de motorización diésel en automóviles, los altos costos de reestructuración (principalmente en el segmento de la movilidad) y el aumento de las inversiones anticipadas en proyectos de futura importancia, fueron algunos motivos.

“A pesar de la difícil situación económica, seguimos invirtiendo en áreas de crecimiento importantes”. Para 2020 Bosch proyecta destinar más de mil millones de euros en la movilidad electrificada, automatizada y conectada del futuro.

«Como líder en innovación, estamos ayudando a dar forma a la movilidad alternativa y aprovechando las oportunidades que ésta presenta», dijo Denner.

Por su parte Stefan Asenkerschbaumer, chief financial officer, CFO y vicepresidente del Consejo de Administración de Bosch comentó: “en 2020 queremos crecer por encima de los mercados”. Para ello Bosch se aplicará y esforzará en su trabajo para tener rentabilidad y ajustar su capacidad productiva.

Movilidad: los retos del cambio

«La movilidad del mañana no sólo será electrificada y automatizada, sino también conectada y personalizada», dijo Denner, pero advirtió que el camino hacia el futuro presenta desafíos para la industria automotriz como son:

1.- Los argumentos irracionales sobre el automóvil han impedido un debate sensato y matizado sobre el tráfico.

2.- La industria necesita más tiempo para gestionar la transición. «Particularmente, cuando se trata de empleos, un proceso tan fundamental como la transición hacia la electromovilidad, no se puede lograr de la noche a la mañana».

3.- La situación económica está agravando la necesidad de un cambio estructural en la industria. Bosch pronostica que la producción automovilística mundial se reduzca 2.6% en 2020 -por tercer año consecutivo- es decir, 89 millones de vehículos, alrededor de 10 millones menos que lo fabricado en 2017.

Oportunidades de negocio

«El cambio fundamental en la industria automotriz, ofrece grandes oportunidades para Bosch». Según el Foro Internacional del Transporte (ITF), la movilidad personal aumentará en casi 50% en el mundo durante 2015 y 2030.

Las nuevas tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (AI) y la pila de combustible también adelantarán el tránsito hacia una movilidad alternativa. Como líder en innovación, Bosch se beneficiará de su temprana entrada en estas áreas de desarrollo.

Bosch también se beneficiará de la tendencia hacia una mayor electrónica y software: estima que el mercado de sistemas electrónicos intensivos en software crecerá 20% anual hasta el 2030. Bosch invierte cerca de 3.700 millones de euros anuales en desarrollo de software y actualmente emplea a 30 mil ingenieros de software.

 

FOTO SLIDER: Stefan Asenkerschbaumer, chief financial officer, CFO y vicepresidente del Consejo de Administración de Bosch y Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración de Robert Bosch.

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