BMW 118i 2020, a prueba: adiós al tracción trasera, hola a un compacto más equilibrado (+ video) Gerardo García
Sucedió lo que tarde o temprano debía pasar. El BMW Serie 1 2020 se pasa la tracción al frente en un intento por cautivar a más clientes. ¿Se va a extrañar la propulsión trasera? Sí, y mucho, pero esta tercera generación está lejos de ser una mala noticia. Lo tuvimos a prueba en su versión 118i, que ya está en México.
Los puristas somos menos
Te voy a contar un secreto: sólo el 12% de los clientes del Serie 1 saben que es tracción trasera. O bueno, que lo era. Al otro 88% le preocupa más el diseño, la tecnología, el espacio y los acabados. De hecho, si les preguntas qué les importa más, el desempeño es lo séptimo de lo que te hablarían.
Por ellos es que el Serie 1 ahora tiene mucho más sentido. Con la tracción al frente reduces costos de desarrollo, aprovechas mejor el espacio y te concentras en lo que realmente le importa a tus clientes. En pocas palabras, creas un compacto mucho más equilibrado.
Yo tengo muy claro que, al menos a la vista, esta generación me gusta mucho más que la anterior: arriesga menos en su diseño y por eso no luce extraño; aprovecha lo mejor de las proporciones de BMW y las representa en rasgos enfadados y atractivos. Esta versión lleva el paquete Sport Line, pero hay un tratamiento todavía más deportivo llamado M Sport. Por cierto, los riñones de su parrilla se ven más grandes en vivo que en fotografías.
Una cabina tan bien terminada como un Serie 3
El Serie 1 es el BMW más barato… y no se siente barato. Te vas a encontrar con los mismos botones que en cualquier otro modelo, sea Serie 3, X4 o Serie 5. Y si tienes los mismos botones, también compartes muchas de las funciones. De serie se incluye el nuevo cuadro de instrumentos digital con gráficos muy bien logrados, infotenimiento con pantalla de 10.25", servicios en línea, navegación con información de tráfico en tiempo real y Apple CarPlay inalámbrico —incluido por 3 años.
La letra pequeña es que mucha de esta tecnología, incluso en seguridad, es opcional; asistencias como monitor de punto ciego o freno autónomo de emergencia se quedan como equipo opcional. Incluso en materia de confort hay cierto equipo que no es de serie, como el espejo retrovisor electrocromático, el control de velocidad crucero o salidas de aire acondicionado atrás. Así ha sido siempre en BMW: un coche a la carta.
Gracias a la resolución y el tamaño de las pantallas, la percepción de tecnología en la cabina es muy alta, aunque si te bajas de un Clase A, quizá el Serie 1 se siga sintiendo un tanto tradicional. Ojo, porque eso no tiene nada que ver con la sensación de calidad, que da un salto importante para esta tercera generación.
Entre las ricas combinaciones de acabados metalizados, cueros, plásticos y texturas suaves, el Serie 1 le da sentido a su origen premium. A ello se suma iluminación ambiental que puede cambiar de colores y una calidad de armado impecable.
Del interior, lo más beneficiado con el cambio de plataforma fue el espacio. En teoría la distancia entre ejes es 20 mm menor y el Serie 1, de hecho, es 5 mm más corto, pero el hecho de no tener el sistema de propulsión bajo los asientos traseros aumenta el espacio para cabeza. La nueva arquitectura admite un mejor aprovechamiento de espacio, y se nota también en el lugar para rodillas. No es el compacto más amplio que te vas a encontrar, pero ya no te sientes apretado. La cajuela, además, tiene un acceso más bajo y lleva su volumen a 380 litros.
Tres cilindros y tracción delantera: así va el BMW 118i
Esta versión es Sport Line, sin tratamiento M Sport. El chasis, por así decirlo, es el que trae de serie, sin modificación en suspensión, frenos o dirección. Tal y como está sobresale por dos cosas: su atención al confort y la agilidad en su respuesta. No se siente tan rígido como un hatchback deportivo, aunque puede serlo con el paquete opcional; la ventaja de su suavidad es esa: un andar sedoso y un nivel de aislamiento acústico sobresaliente.
Como todo buen BMW, a la hora de entrar en una conducción más demandante, el coche saca lo mejor de sí. Las reacciones se mantienen suaves, pero con un alto grado de precisión y agilidad. La respuesta de la dirección es inmediata y no hay un balanceo extraño de carrocería en movimientos abruptos. Transmite mucha confianza.
Cuando BMW pasó la tracción al frente prometió que no sería un aburrido. Y lo cumplió. Es verdad que las sensaciones no son las mismas que un tracción trasera, y si eres de ese 12% que lo reconoce, te darás cuenta; de otro modo, el Serie 1 se mueve como sobre rieles. El sistema BMW Performance Control frena las ruedas interiores de la curva para mejorar el comportamiento y eso disimula de algún modo el subviraje. Subvira sólo cuando lo llevas al extremo, pero aún así se mantiene el control y con una dinámica divertida.
Pasemos al motor: un bloque de 1.5 litros que tras probarlo, sorprende saber que utiliza sólo tres cilindros. No hay retraso en la entrada del turbo y la reacción del acelerador es inmediata; no se siente explosivo ni al pisar a fondo, pero sí es rápido —le toma 8.5 segundos llegar a 100 km/h. La caja es automática de doble embrague de 7 cambios le ayuda mucho. Es rápida, proactiva y de operación muy suave, tanto que a veces ni cuenta te das de los cambios.
Con 140 hp y 162 lb-pie, este propulsor es el indicado para quien quiere un coche que reaccione bien sin que su quincena se vaya en gasolina de la roja. En ciudad promediamos 9.1 km/l en tráfico pesado.
Un compacto premium mucho más equilibrado
Con el nuevo Clase A, el Serie 1 se encontró un rival difícil de vencer. Difícil porque dio un salto en distinción, tecnología y prestaciones. Por el lado tecnológico, el Clase A sigue un paso adelante, pero en dinámica, aun siendo tracción delantera, BMW sigue escribiendo las reglas.
El nuevo Serie 1 es un equilibrio perfecto para el compacto premium. Por mucho que nos duela a ese 12% que valora la tracción trasera, el Serie 1 ahora tiene mucho más sentido: evoluciona con una dinámica que quizá rompe la ilusión de los puristas, pero atrae a mucha más gente: es dinámico, versátil, bien terminado y altamente tecnológico. Dicho de otro modo, el Serie 1 ahora es un auto más fácil que te guste si te da igual cuáles son las llantas que lo impulsan.
Al 88% les va a encantar. A los puristas que quedamos, la marca no nos deja sin alternativas. El Serie 2 Coupé sigue y seguirá siendo tracción trasera. No te confundas con el Serie 2 Gran Coupé, porque ése sí sigue los pasos de este Serie 1. BMW ya tiene compactos para todos.
8.9
A favor
- Buen aislamiento acústico y marcha cómoda.
- La respuesta del motor y del chasís es inmediata.
- Muy alta percepción de calidad..
En contra
- Mucho equipamiento (incluidas varias asistencias) es opcional.
- Mantiene el carácter divertido, pero aún se extraña la chispa de un tracción trasera.
BMW Serie 1 118iA Sport Line
$599,900
- Motor: 3 cilindros turbo de 1.5 litros
- Potencia máxima: 140 hp @ 4,600 rpm
- Par máximo: 162 lb-pie @ 1,480 rpm
- Transmisión: Automática de doble embrague de 7 vels.
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Disco
- Peso: 1,395 kg
- Velocidad máxima': 213 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h': 8.5 s
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,319 mm
- Cajuela: 380 litros
- Consumo en ciudad: 9.1 km/l
- Consumo combinado': 17.9 km/l
- Consumo en carretera: N.D.
- Capacidad del tanque: 42 litros
- Fabricado en: Alemania
' Cifras anunciadas por el fabricante
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La noticia BMW 118i 2020, a prueba: adiós al tracción trasera, hola a un compacto más equilibrado (+ video) fue publicada originalmente en Motorpasión México por Gerardo García .
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