Mercedes-Benz Clase G y GLE, manejamos a los SUV medianos de la marca en San Miguel de Allende Mau Juárez
Con el paso del tiempo todo auto va transformándose para adaptarse a las necesidades y tendencias de la época en la que habita. A veces lo hacen para bien, a veces no tanto. Mercedes-Benz nos ha demostrado su capacidad de evolución con cada generación nueva que nos presenta, sin embargo, tienen un producto que ha hecho del tiempo su aliado y que evita los cambios para bien. Se trata de su Clase G, un todoterreno que ha demostrado su capacidad de ensuciarse y resistir el castigo, pero también de ser un objeto de deseo, símbolo de estatus y una gran opción de lujo. Viajamos a San Miguel de Allende con la marca para conocer a su nueva generación.
Esto es el verdadero significado de mantener la esencia
Cuando hablamos de autos que se mantienen fieles a sus orígenes puedes enumerarlos con los dedos de una mano, entre ellos está el Porsche 911 y claramente el Clase G de Mercedes-Benz. Con el modelo 2019 la marca celebra ya 40 años de producirlo y justamente es ahora cuando recibe un cambio a fondo para estrenar su segunda generación.
Al ver su exterior probablemente pienses que la idea de “renovarse por completo” es una broma —y no te culpo por ello—, pues, efectivamente, mantiene la misma silueta y una infinidad de detalles de su generación anterior, aunque cambié drásticamente en el interior.
Lo que más te ayudará a diferenciarlo es el nuevo diseño de parrilla, los faros con contornos de luces de conducción diurna LED, calaveras y si te pones muy quisquilloso, el hecho de que las luces de las direcciones montadas sobre las salpicaderas ya no tienen tornillos visibles, ahora están bien integradas al resto de la carrocería.
Ver un Clase G, es ver historia y el tiempo detenido, pero eso ya no significa que sea algo malo, su diseño ha gustado tanto por esos 40 años, que no tiene necesidad de reinventarse. Claro que no es un producto que a todo el mundo le va a agradar, pero puedes tener seguro que impone y más cuando escuchas el encender de su motor. A titulo personal, diré que el diseño me fascina y más cuando se trata de un Mercedes-AMG G63.
Aquí sí es un producto distinto, pero con guiños al pasado
El hecho de entrar a un Clase G es una experiencia más. A pesar de ser uno de los productos tope de la marca, mantiene manijas de estilo clásico en las que sólo puedes abrir la puerta si presionas un botón, además el sonido que produce es característico de este vehículo, tanto así que los ingenieros tuvieron que dedicar horas extra a su desarrollo para que a pesar de que fuera una nueva generación, el ruido que emite al abrir y cerrar fuera el mismo que en los últimos 40 años.
Ya en el interior notamos la incorporación del lenguaje actual de la marca con el tablero característico que integra dos pantallas de 12.3” cada una para simular una misma de mayor tamaño. A pesar de contar ya con el hardware compatible con el Mercedes-Benz User Experience o MBUX, un asistente de inteligencia artificial, dicha función no está activa, aunque algo nos dice que más adelante se podrá actualizar en la agencia para desbloquearlo.
Como tal el sistema de infotenimiento de nueva generación se vuelve más intuitivo y simple de entender, además de ser más fluido, es compatible con CarPlay y cuenta con navegación integrada. Para el entretenimiento también tenemos un sistema de audio premium por parte de Burmeister que suena de maravilla.
Continuando con las comodidades, tenemos aire acondicionado automático de tres zonas, asientos con calefacción, ventilación, masaje, ajuste eléctrico y sujeción lateral activa; es decir, cada que giremos a la derecha, el soporte lumbar izquierdo se nos empujará para que nuestro cuerpo se mantenga siempre en la misma posición y viceversa.
La calidad de materiales es de gran nivel, totalmente lo que esperarías, aunque en la zona trasera alrededor de las salidas de aire acondicionado si hay plásticos duros que no van tan a tono, afortunadamente son la única zona en la que los encuentras de una manera más expuesta.
La calidad de ensamblado por su parte es de gran nivel, no hay rechinidos o cualquier otro ruido que acuse falta de atención en tal área. El Clase G a pesar de renovarse mantiene un detalle heredado desde sus inicios, y es la barra se sujeción montada en el tablero frente al copiloto, un pequeño detalle que nos recuerda que es un vehículo capaz de enfrentarse a condiciones de todo terreno.
Listo para enfrentar retos
El Clase G o Geländewagen se concibió como un vehículo militar, como tal tenía que tener capacidad off-road para ayudar a sus ocupantes a salir de cualquier situación. Esa misma filosofía ha perdurado y a pesar de que sea un producto de lujo y que difícilmente será llevado a terracería por sus clientes potenciales, puede hacer casi lo que quiera.
Nosotros salimos a una ruta en la que nos enfrentamos a piedras, pendientes, badeos y algunos descensos abruptos y el G-Wagen se comportó a la altura, gracias a que es un vehículo creado a partir de un chasis de tipo escalera. Además de contar con un motor V8 biturbo de 422 hp y 450 lb-pie, atado a una caja automática de 9 cambios y tracción 4Matic.
Con esas cifras tiene suficiente para moverse con agilidad en terrenos difíciles, sin embargo, Mercedes le ha dado hasta tres opciones de bloqueo de diferencial, en el que puede mandar todo el poder al eje trasero, distribuirlo 50/50 todo el tiempo o literalmente enviar todo el poder a una sola rueda, la que tenga mejor tracción.
Al hacer uso de esas funciones, logramos llevar al Clase G a un badeo de 65 cm de profundidad sin ahogar el motor, inclinarlo de forma lateral hasta 35º y escalar pendientes altamente pronunciadas gracias a sus 29.9º de ataque y 30.9º de ángulo de salida.
Una experiencia completa, si te gusta, no lo dudes
El Mercedes-Benz Clase G es un producto que se compra más con el corazón y si está dentro de tus posibilidades hacerte de uno y te gusta, ve por él, no te decepcionará. El precio del Clase G500 es de $2,999,000 y para el Mercedes-AMG G63 es de 3,600,000.En este evento sólo pudimos manejar al G500, el G63 no estuvo disponible.
En pocas palabras el Clase G es otra muestra de que la receta del éxito consiste en tener un producto redondo —valga la ironía—, que se adapte en donde necesita, pero proteja lo que lo caracteriza.
Mercedes-Benz GLE, un SUV mediano para olvidarte del mundo mientras manejas
Al día siguiente de probar Clase G, nos subimos al GLE, el otro SUV mediano de la marca que tiene un enfoque más civilizado. Se trata de una nueva generación que también incorpora lo más nuevo de la marca. Por fuera cuenta con líneas más redondas y continuas, exaltando la elegancia, pero también acentuándose con un paquete AMG estético.
Su interior ha sido adaptado a las necesidades del cliente, por ello a pesar de ser la opción mediana de la gama, puede llevar tres filas de asientos, siendo la última fila recomendada sólo para niños por el espacio reducido.
GLE también tiene el cuadro de instrumentos y sistema de infotenimiento más reciente de la marca y en este caso el MBUX sí está activo. Por ello podremos controlar muchas funciones a través de comandos de voz; incluso puede detectar si quien habla es el piloto o el copiloto para aplicar los cambios sólo para esa persona si es necesario.
GLE cuenta con funciones muy parecidas a Clase G, en cuanto a comodidad y equipamiento, aunque destaca que ya no cuenta con puertos USB tradicionales, sólo con USB-C, que permite el paso de información a mayor velocidad.
Los materiales y en general la cabina, progresa en calidad y diseño, repito, completamente enfocada al confort. Su experiencia de manejo va acompañada de un motor turbo de seis cilindros en línea con sistema mild hybrid, también lleva caja de 9 cambios y tracción 4Matic.
En total produce 367 hp y 383 lb-pie de par, el sistema EQ Boost parte del Mild Hybrid, le permite obtener hasta 22 hp y 184 lb-pie más por periodos cortos de tiempo para tener una mejor aceleración y eso de verdad se nota. En carretera es un vehículo que se siente ágil y listo para responder a lo que le pidas. Hay buen comportamiento y sus asistencias permiten tenerle confianza en todo momento.
Al igual que Clase G, puede estar equipado con freno autónomo de emergencia, control de velocidad crucero, mantenimiento de carril, detección de punto ciego y muchas otras más.
Frente a sus rivales puede ser la opción más cómoda, tiene buen manejo, pero le falta ese destello de extra precisión y deportividad que entrega BMW X5, por ejemplo. Reitero que es muy capaz, pero se nota que esta concebido para quien prioriza lujo y comodidad sobre manejo. ¿Gran producto? Sí, sin duda.
A nuestro país llega con dos versiones el GLE 450 Exclusive y GLE 450 Sport, sus precios serán de $1,275,000 y $1,456,000 respectivamente. Para el próximo año se espera la llegada de la versión Plug-in Hybrid.
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