KIA Niro 2023, a prueba: gana en calidad, manejo y refinamiento, pero con un detalle a considerar Mau Juárez
En México el mercado de los híbridos no es tan grande. Toyota, Honda, Ford, Hyundai o Nissan han querido entrar a la pelea, pero al final del día no todas han tenido la misma suerte. KIA es una de las últimas en subirse al ring y hasta la fecha es de las que más fuerte se han posicionado. Y todo con un vehículo, el KIA Niro. Ahora en su segunda generación que se presenta como modelo 2023, KIA eleva su propuesta en prácticamente todo sentido y nos trae un producto aún más redondo. Pero, ¿tiene lo suficiente para realmente ser una buena alternativa?
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KIA NIRO 2023 EX
$679,900
- Motor: 1.6 litros de 4 cilindros + eléctrico
- Potencia: 139 hp @ 5700 rpm
- Par: 195 lb-pie de par @ 1,000
- Transmisión: Automática de doble embrague de 6 cambios
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco/Disco/Regenerativo
- Peso: 1,454 kg
- Batería: 1.32 kWh
- Velocidad máxima: N.D
- Suspensión delantera: Independiente McPherson
- Suspensión trasera: Independiente Multilink
- Longitud: 4,420 mm
- Cajuela: 646 litros
- Consumo en ciudad: 20 km/l
- Capacidad del tanque: 42 litros
- Fabricado en: Corea del Sur
Una propuesta disruptiva pero bien aterrizada
En tiempos cuando el consumo es cada vez más relevante se agradece la variedad para elegir un auto que te permita ir más lejos con menos gasolina y desde su generación pasada el Niro ya hacía un gran trabajo. Por lo que a grandes rasgos, bajo el cofre, realmente no hay cambios grandes, aunque sí los hay en todo lo demás para intentar atraer más miradas, así que como siempre vámonos por partes.
El nuevo KIA Niro se basa en lo que vimos en 2019 en el Habaniro Concept, unas formas más cuadradas, de trazos futuristas y realmente disruptivo en el buen sentido, no tan exagerado como sus primos Tucson y Elantra de Hyundai, pero sí suficientemente diferente para que te detengas a ver sus detalles.
Eso me gusta mucho, una propuesta que no grita ser un coche eficiente o que por el contrario apuesta tanto por mecánica que se olvida de la apariencia.
Para esta nueva generación hay una plataforma nueva, la K3 que usan Tucson, el nuevo Sportage, la nueva generación de Elantra, entre otros. Eso significa que el Niro crece alto largo, ancho y en distancia entre ejes. Mide 4,420 mm y queda justo en la entrada del segmento de los SUV compactos como CX-30, Corolla Cross y Taos.
Al frente sus formas cuadradas y especialmente sus faros LED son muy peculiares, se ve bien, pero admito que me preocupa que los faros estén tan abajo y que sobresalgan tanto en ciertos ángulos, porque un roce con otro auto u objeto en un estacionamiento creo que podrían dañarlos.
Los costados son limpios y suaves, pero en la parte trasera tiene un detalle muy peculiar. Y es que en vez de perseguir la tendencia de la carrocería bitono con el techo en color negro o blanco, KIA pone todo un panel en los costados en un color contrastado. Además en la parte superior ese panel tiene un túnel que realmente es funcional para canalizar aire y mejorar la eficiencia rompiendo un poco la turbulencia dejada por el remate cuadrado de la parte trasera.
Ya atrás, lo mismo; formas muy llamativas, calaveras larguísimas y más luces en la defensa que ok, es algo de identidad de KIA, pero no me gustan ahí por la facilidad con la que se pueden dañar. Eso sí, puntos para KIA por hacer una defensa continua y pareja que no simula tener salidas de escape. Su escape simplemente va escondido atrás.
Un interior de nueva generación y un gran salto en calidad
El KIA Niro de la generación pasada lo manejé cuando llegó a México y unos años después cuando se estrenó su facelift y en los dos mi mayor queja es que me subía al interior y me quedaba dormido, no por la comodidad, pero por que era tan sencillo y poco expresivo que no te transmitía nada. Eso más el hecho de que los materiales sí se sentían más modestos de lo que me hubiera gustado.
Ahora la historia es muy diferente, KIA está apostando fuertemente por darle más refinamiento y personalidad a sus autos por todos lados. Y este nuevo lenguaje de diseño es un salto enorme, mira los plásticos suaves arriba, las formas del tablero, como se integra la luz ambiental. ¡Vaya!, mis respetos al los diseñadores porque sin ser un interior de súper lujo, definitivamente te sientes en algo de mejor nivel.
Mi única queja es que el plástico negro brillante no solo está en la consola central, sino que hay mucho en las puertas, ok, se ve muy bien, pero imagínate lo mucho que se va a rayar por estar en una zona donde rodillas o las manos a veces rozan. Aquí si lo quieres tener bien cuidado, cómprale una mica al instante que lo saques de la agencia.
A nivel equipo también tenemos buenas impresiones y es que antes de seguir, debes saber que KIA solo se trajo una versión a México, la EX que es un escalón debajo del tope de gama en mercados globales y aún así, tiene muchas cosas.
Comenzando por el infoentretenimiento, ahora viene integrado en un mismo marco junto al cuadro de instrumentos digital, la pantalla principal es de 10.25”, al igual que la del cuadro de instrumentos. Como siempre en KIA es simple de usar, fácil de entender y ya tiene algunas funciones extra como la habilidad de guardar notas de voz o reproducir sonidos ambiéntales para ayudarte a relajarte o mantenerte atento, un detalle poco común.
El sistema de infoentretenmiento es compatible con CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica o alambica, y sí aprovecha toda la pantalla, además su sistema de audio es tradicional de 6 bocinas aunque de muchísima mejor calidad que los de antes. Los bajos si bien no son profundos, si se distinguen y te hacen vibrar un poco, ya bien ecualizado te dejará disfrutar cualquier genero musical, tal vez sería bueno ver como opción el sistema Harman/Kardon que hay en la variante SX de otros mercados.
Como te decía el cuadro de instrumentos también es digital, de las mismas 10.25”, muy claro de entender y con información precisa. Vaya hasta cuando cambias de modo de manejo tiene animación. Frente a él el volante ahora con un diseño más llamativo, con controles fáciles y también con el selector de modos de manejo integrado, bien ahí KIA, la ergonomía la acertaron al 100%.
Continuando con equipo, sí tenemos aire acondicionado automático de doble zona, pero viene en una presentación algo peculiar. Como tal no tiene botones o perillas dedicadas completamente a él. Sus controles aparecen en una pantalla táctil que acorde a la opción seleccionada puede mostrar controles de navegación + radio o los del aire acondicionado.
Muy tecnologocio, muy vistoso y lo que quieras, pero sinceramente jamás un panel táctil va a ser tan sencillo e intuitivo como botones y perillas dedicadas. Aquí yo sí valoro antes el poder mantener siempre la vista en el camino y controlar esto por memoria muscular a tener que distraerme buscando el ícono que me permita ciclar entre opciones para después distraerme más colocando mi configuración preferida en una pantalla táctil.
También podrás encontrar: iluminación ambiental con 64 colores, cargador inalámbrico, asientos super cómodos y de ajuste eléctrico para conductor, freno de estacionamiento eléctrico, sistema Auto Hold, y mucho espacio de almacenamiento al centro. También tienes iluminación LED al interior, espejo electrocrómico y tus controles eléctricos para ventanas, seguros y espejos. Muy bien KIA.
En seguridad todo bien, hay 8 bolsas de aire, ABS, control de estabilidad, cámara de reversa, asistente de ascenso en pendiente y sensores de reversa, además tiene la suite de asistencias a la conducción Drive Wise con freno autónomo de emergencia, monitor de punto ciego, mantenimiento de carril, alerta de atención del conductor y control de velocidad crucero adaptativo. Realmente no le falta nada en ese apartado, otra gran palomita marcada ahí.
En espacio estamos bien, no es el más amplio de los de su segmento, pero para nada te limita, yo de 1.75 metros tengo espacio perfecto en toda dirección y los asientos son bastante cómodos. Tiene 2 salidas de aire acondicionado, descansabrazos central y dos puertos USB-C que en este caso están colocados en los respaldos de los asientos delanteros y no en el túnel central. La cajuela se hizo ligeramente más pequeña que la generación anterior. Vaya no es mucho solo 6 litros para quedar en 646 litros. Aún así super útil para lo que sea en la vida cotidiana.
Tan eficiente como los modelos más exitosos de Toyota
En esta nueva generación KIA no modificó el tren motriz, mantiene el mismo de la generación pasada que la verdad ya era bastante bueno. La base es un motor a combustión de 4 cilindros atmosférico y se complementa con un motor eléctrico y bateria de 1,32 kWh. En total entrega 139 hp y 195 lb-pie de par. El poder se va solo al eje delantero con una caja de doble embrague de 6 cambios.
KIA promete hasta 29 km/l en ciudad, pero obvio esa cifra salió de pruebas súper controladas y que generalmente distan del caos, orografía y muchos factores de tantas ciudades en el mundo. Lo que sí me sorprende es que en la computadora de viaje trae un recorrido de más de 1,000 km de ciudad, carretera y diferentes colegas con estilos de manejo bien distintos; aún así logró 20.1 km/l, vaya mejor consumo que el de un Suzuki Ignis y mira que ganarle a uno de esos está difícil.
A mi en estos días me ha estado dando entre 18 km/l y 21 km/l aplicando las mejores de mis técnicas de ahorro, la verdad son cifras buenísimas para un híbrido y nada lejanas a las de Corolla Hybrid o Prius.
Ya en sensaciones de manejo se nota la presencia de la nueva plataforma, hay una pisada más firme y estable que antes. Aún suavecita para ciudad, pero definitivamente se siente más solido en todo aspecto.
En aceleración a fondo se mueve bien por el poder eléctrico, pero ese para nada es su uso ideal. Fuera de ello se siente ágil y muy fácil de llevar en ciudad. Solo me salta un poco que cuando se activa el motor a combustión a veces siento que hace un poco más de ruido del que me gustaría, pero bueno eso es normal al estar moviendo el generador para cargar la batería.
Ya en marcha la verdad es que está muy bien aislada. Obvio ya en carretera puede sentirse un poquito limitada porque se va apoyar más en el motor a combustión y en realidad es un motor pequeño, pero eso es normal en los híbridos de su talla, fuera de eso se nota un gran progreso en todo sentido y cumple.
Una gran opción, pero con dos detalles a considerar
8.7
A favor
- Gran nivel de eficiencia
- Realmente progresa en percepción de calidad y materiales
- Suite completa de asistencias a la conducción
En contra
- Su precio lo coloca en un lugar complejo contra sus rivales
- Las luces traseras se pueden dañar fácilmente por su posición
- Solo una versión disponible
Wow, si pusiéramos un KIA de los 90 a lado de un Niro notarias el salto gigantesco que ha dado la marca, no se diga si fuera un Telluride. Pero bueno, a lo que voy es que Hyundai a través de ella misma y KIA han demostrado que han madurado rapidísimo y no por nada son una fuerza que reconocer en la industria automotriz actual.
Este Niro es prueba de ello y es que en temas de eficiencia puede estar a la par de los compactos híbridos de Toyota, en sensaciones de acabados y refniamiento la verdad es que sí se siente mejor, aunque no debemos dejar de pasar de largo que la mecánica de Toyota es la que con creces ha demostrado ser la más durable y confiable.
De este Niro lo único que me hace pensarlo dos veces es el hecho de que tenga caja de doble embrague y es que esas transmisiones al ser más complejas necesitan ser mejor tratadas. Duran cientos de veces más que las primeras en la industria, pero aún así, no es secreto que sean de Hyundai/KIA, Volkswagen o de cualquier marca, hay que ser muy atentos a sus servicios para que siempre estén en el mejor estado posible. Otra razón es el precio cuando analizas a otros híbridos. Y en esos apartados Toyota tiene ventaja con algunos precios competitivos y sus cajas CVT.
Este KIA Niro en su única versión en México cuesta $679,900 que ok, concedido son casi 200,000 más que un Prius y Corolla Hybrid que ni siquiera son SUV. La ventaja de Niro son las asistencias de manejo, más refinamiento y algo más de espacio al ser un SUV. Otro gran detalles es que hasta un Camry híbrido cuesta unos 15,000 menos que Niro. Hacia arriba tienes por unos 21,000 más a la Ford Escape Hybrid aunque pierdes mucho en calidad de ensamblados, pero ganas espacio y comodidad. O por 50,000 más una RAV4 Hybrid.
La cosa no es sencilla. Pero si Niro se adapta a tu estilo de vida, quieres ese saborcito extra de detalles y buen equipo o si bien no quieres algo tan grande en dimensiones y buscas aprovechar las ventajas fiscales de un híbrido, entonces no te tardes en ir por uno.
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