Los autos eléctricos pesan tanto que en EE.UU. ya son considerados un riesgo, especialmente para los que no andan en uno Mau Juárez
Hay una verdad que no puede ocultarse: Los autos eléctricos son mucho más pesados que sus equivalentes a combustión. Esto se sabe desde su inicio y también forma parte del problema de la autonomía, pero algo que no se había cuestionado mucho es lo que representa ese sobrepeso en términos de seguridad. En EE.UU. ya hay una organización de seguridad que los ha clasificado como un riesgo a la conducción.
La National Transport Safety Board (NTSB) o Junta nacional de Seguridad del Transporte, es un organismo independiente del gobierno estadounidense que se dedica a investigar exclusivamente accidentes donde se ve involucrado algún autotransporte, incluidos los autos para pasajeros.
Anualmente la NTSB realiza una conferencia en la que nos cuentan los cambios que han observado en seguridad y las metas que proponen al gobierno y conductores para lograr viajes más seguros. Justamente en la última edición de este informe, el pasado 12 de enero, algo quedó muy claro: un aumento exponencial en la relación entre el aumento de peso de los autos nuevos y el número de accidentes y lesiones graves, o hasta muertes registradas en los caminos.
Jennifer Homendy, la presidenta de la NTSB, declaró:
Me preocupa el aumento del riesgo de sufrir lesiones graves o incluso la muerte para todos los usuarios de las carreteras debido al aumento del peso, poder, tamaño y rendimiento, incluidos los autos eléctricos.
Un GMC Hummer EV, pesa más de 9,000 libras —4,080 kg, para ser exactos—, en ves de as 6,000 libras —2,700 kg—, que en promedio pesaría un vehículo equivalente en tamaño, pero con motor a combustión. Tan solo las baterías pesan cerca de 1,300 kg, cercano a lo que pesa un Honda Civic.
La Ford F-150 Lightning pesa entre 900 y 1,400 kg más que su contraparte a combustion, mientras que un Mustang Mach-E y un Volvo XC40 EV, tienen un sobrepeso de un 33% respecto a algún modelo a combustión comparable. Esto significa un impacto fuerte a la seguridad de todos los usuarios en la carretera.
Estos ejemplos son física pura, pues a mayor peso, es más difícil detener tal masa en movimiento y también son más capaces de hacer más daño. No es lo mismo que la estructura de un auto disipe la energía al ser embestido por un objeto que pese 1,100 kg a 60 km/h que ser embestido por algo que pese 2,000 kg a la misma velocidad.
Antes de continuar, Homendy también hizo una aclaración importante:
Admiro el compromiso de la administración actual para eliminar gradualmente las emisiones de carbono. Vivimos una crisis climática que debe abordarse ya. El sector del transporte estadounidense representa la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro país, creo firmemente que respirar aire limpio es un derecho humano.
Sin embargo, hay que ser más cuidadosos de no crear repercusiones no deseadas, especialmente más muertes en las carreteras. La seguridad cuando se trata de políticas nuevas de transporte y tencologías, no debe pasarse por alto.
Otro punto importante a discutir es el aumento de poder y la pericia de los conductores, hemos visto como autos eléctricos de formas y tamaños convencionales, pueden ser tan rápidos o incluso mejores en aceleración que autos deportivos especializados que pesan menos de la mitad que los eléctricos. A pesar de las asistencias a la seguridad, una maniobra mal ejecutada con tanto peso, puede terminar mal.
Como ejemplo, un BMW iX M60 hace el 0-100 km/h en 3.8 segundos, aún pesando 2.7 toneladas, mientras que un Porsche Cayman GTS que pesa 1.4 toneladas tarda 4.5 segundos en lograr el 0-100 km/h.
A pesar de todo esto hay algo que dejar muy claro, el auto eléctrico por su cuenta es muy seguro. Los últimos resultados lanzados por las pruebas de choque de la EuroNCAP arrojaron que los mejores autos de su categoría son todos eléctricos: Tesla Model S, Hyundai IONIQ6, WEY Coffe 01, ORA Funky Cat y Tesla Model Y, recibieron los galardones más altos —Best in class—. Aunque esto en protección a sus propios ocupantes, si se hiciera un recuento del daño que causarían a otro auto o estructura al impactarse, la historia no sería tan buena para ellos, todo por ese peso extra.
Como último punto está el desgaste que representan para las vías de tránsito. Aquí hay una clara relación entre el peso del auto y el desgaste que produce sobre el camino que recorre. Obviamente a más peso, más desgaste y una vía más desgastada con mayor propensión a baches, se vuelve una via menos segura.
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