KIA Sportage 2023, a prueba: la evolución de un SUV con vocación de superventas Gerardo García
El Sportage fue uno de los primeros modelos que KIA ofreció en México, y rápidamente se convirtió en uno de los más vendidos de la categoría. Su nueva generación tardó en llegar, pero finalmente está aquí, con la firme intención de recuperar su posición en el ranking ante una competencia que no se lo pone fácil. ¿Qué tal le viene el cambio al KIA Sportage 2023? Lo tuvimos a prueba.
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KIA Sportage SXL
$739,900
- Motor: 4 cilindros de 2.5 litros
- Potencia: 187 hp @ 6,100 rpm
- Par: 178 lb-pie @ 4,000 rpm
- Transmisión: Automática de 8 vels.
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 1,529 kg
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,660 mm
- Cajuela: 1,121 litros
- Consumo en ciudad: 7.5 km/l
- Capacidad del tanque: 54 litros
- Fabricado en: Corea del Sur
La transformación del KIA Sportage 2023 es radical. En los últimos años, los coreanos han roto sus moldes de diseño y han apostado por un estilo más atrevido. Lo vimos en Niro, lo confirmamos con EV6 y hoy nos lo volvemos a encontrar con el nuevo Sportage. Su frontal es bastante peculiar: parece que los faros y la parrilla van integrados en una misma pieza. Los faros, además, llevan una luz diurna en forma de búmeran.
Si lo notas más grande, es porque hubo un crecimiento importante. El Sportage pasa de 4.48 metros, a 4.66 metros de largo. Esos 17.5 cm extra son exclusivos para la versión a la venta en América y, de hecho, marcan una de sus principales diferencias respecto a su modelo mellizo, el Tucson, que a México llega en versión corta (de 4.5 metros de largo).
Mejora la experiencia tecnológica a bordo
Al interior también hubo un cambio total. El KIA Sportage 2023 se favorece de mucho del sabor hi-tech que la marca nos insinuaba en sus concept cars. Desde el puesto de conducción, lo más llamativo es la introducción de un nuevo clúster curvo, que combina el cuadro de instrumentos digital con el sistema multimedia. Ambas pantallas son de 12.3 pulgadas.
El diseño está muy orientado hacia el conductor. Hay buena visibilidad, los botones quedan a la mano y los instrumentos son fáciles de leer. KIA optó por una solución inteligente para ahorrarse botones en el tablero: utilizar el mismo pánel de los controles del radio, para los del A/C; sólo hay que oprimir un interruptor para cambiarlos.
Otro aspecto que merece mención honorífica son las cámaras. En la versión SXL, la más equipada, integra visión de 360º, pero también utiliza esas cámaras para ayudar a eliminar el punto ciego: si enciendes la direccional, muestra la cámara en el cuadro de instrumentos. También ayuda en maniobras de estacionamiento, mostrándote la vista de las dos llantas delanteras, para asegurarte de que no estés pisando raya.
En lo que respecta a calidad, el KIA Sportage 2023 cumple. No lo catalogaría como el modelo más refinado en esta categoría, pero la selección de materiales es correcta. Hay piezas suaves en la parte de arriba del tablero y buenas combinaciones de textura. Lo que no me gustó es el uso de acabado tipo piano en la consola central, porque se rayará con facilidad.
Para México, la gama del nuevo Sportage queda compuesta por tres versiones: EX, EX Pack y SXL. Desde las más accesible lleva encendido automático de faros, espejo retrovisor electrocrómico, freno de estacionamiento por botón, climatización automática de dos zonas, pantalla de 8”, llave inteligente y sensor de lluvia.
Conforme escalamos en la gama, se van sumando un techo panorámico, asientos delanteros de ajuste eléctrico, tapicería en piel, calefacción para los asientos delanteros, cargador inalámbrico para teléfonos, sonido Harman Kardon de 8 bocinas y conectividad MyKIA+ PRO para monitorear el auto desde el teléfono y desde ahí abrir o cerrar puertas, encender el motor, activar el A/C, etc., de forma remota.
Sólo la versión tope de gama integra asistentes avanzados de conducción. Lleva control crucero adaptativo con función stop & go, monitor de punto ciego con evasión, asistente de mantenimiento de carril con seguimiento de líneas, freno autónomo de emergencia con evasión de colisión de giro y alerta de tráfico cruzado trasero. La suite es bastante completa, la verdad.
Ahora, ¿hay algo que hiciera falta? En este tope de gama, quizá asientos con función de ventilación —a mi parecer incluso podrían reemplazar a asientos calefactables—. Lo demás es bastante completo, pero creo que en las versiones básica e intermedia sí se extrañan los asistentes avanzados de conducción. Competidores como Tiguan o RAV4, que actualmente son de los más vendidos de la categoría, los incluyen de serie en toda la gama.
Finalmente, en lo que respecta a espacio, la cabina está muy bien aprovechada. El incremento de talla se nota en un mayor espacio para piernas. A lo alto también es fácil acomodarse, incluso con el techo panorámico robando algunos centímetros. La cajuela también califica como amplia.
Una gama de motores que no arriesga
El KIA Sportage 2023 fue desarrollado sobre una plataforma de nueva generación, y se nota al volante. La conducción sube de nivel desde el punto de vista del refinamiento de marcha. Está muy bien aislado de vibraciones y su andar incluso podría catalogarse como sedoso. Es muy suave y altamente cómodo.
Me gusta lo ligero de la dirección, que además se puede endurecer si ponemos el modo de manejo Sport. También puedes elegir programa Eco o Smart, que adapta el modo de manejo automáticamente según nuestro estilo de conducción.
Para quien busca un SUV cómodo, el KIA Sportage lo hace bastante bien. En conducción en carretera se comporta correctamente, aunque en las curvas más cerradas sí hay una notable sensación de inclinación de la carrocería; no como para comprometer la seguridad, pero sí de que estamos ante un vehículo que es más cómodo que deportivo. De hecho, ante entusiastas, al volante no propone casi nada.
Luego está el motor. Todos esperábamos un motor turbo, pero KIA prefirió irse a la segura con motores atmosféricos. Sí, motores. La versión EX de acceso a la gama lleva un motor de 2.0 litros, de 153 hp y 141 lb-pie con transmisión automática de seis velocidades. Este motor lo hemos probado ya en las generaciones anteriores de Sportage y de Tucson y, la verdad, queda a deber. Le queda muy justo de potencia y, para el rango de precio, la verdad se queda corto.
En las versiones EX Pack y SXL vamos a encontrar un nuevo motor de 2.5 litros, que genera 187 hp y 178 lb-pie. Va con tracción delantera y transmisión automática de ocho velocidades. Este motor es correcto. Me gusta que no hay que revolucionarlo demasiado para tener una buena respuesta, aunque confieso que me hubiera gustado algo más… animado. Al final, aunque no decepciona, tampoco sorprende. Cumple, y no es menos que lo que hacen Toyota RAV4 o Nissan X-Trail, por ejemplo.
Lo ideal para sacarle provecho es usar los cambios manuales de la caja, porque además hay paletas al volante. La programación de la caja es correcta, pero si realmente quieres aprovechar al máximo la potencia, las paletas son la opción.
Finalmente, en lo que respecta a consumo, en ciudad promediamos 7.5 km/l. Se queda algo más arriba de lo que hubiera esperado en un SUV con este nivel de potencia.
8.7
A favor
- La conducción es muy cómoda.
- Las cámaras están bien aprovechadas.
- Buen nivel de equipamiento.
En contra
- Sólo el tope de gama lleva asistentes avanzados.
- Se extrañan propuestas de motor más interesantes.
- El consumo es algo alto.
KIA sabe lo que busca con el nuevo Sportage
En su momento, varios competidores no vieron venir el éxito de Sportage. Rápidamente se convirtió en uno de los SUV compactos más vendidos del país, y hoy, con la llegada de su nueva generación, los coreanos vuelven a las andadas con un modelo que gusta, sobre todo, por su sabor tecnológico.
Esta versión tope de gama tiene un precio de 739,900 pesos, y me parece un precio adecuado, teniendo en cuenta que la mayoría de sus rivales alcanzan o superan los 800,000 pesos en sus versiones tope de gama. Quizá el motor aquí no propone tanto, pero en el balance final entre tecnología, comodidad y acabados, el Sportage SXL me parece equilibrado.
La versión intermedia, EX Pack, tiene un precio de 676,900 pesos, que también me parece interesante para la categoría en la que participa. Donde creo que el Sportage sale perdiendo es en la versión de entrada. Por 626,900 pesos lo único interesante es el tamaño, porque con ese motor de 2.0 litros no será precisamente ágil ni eficiente. Me parece que ahí se queda corto frente a un Tiguan, un CX-5, un RAV4 o incluso su mellizo, el Tucson, que además cuestan alrededor de 50,000 pesos menos.
En resumen, la versión tope de gama es, sorpresivamente, la más equilibrada del portafolio. Sportage propone tecnología interesante y un buen nivel de confort, sumado a un estilo extrovertido, a un precio que todavía puedo considerar competitivo a lado de lo que costaría un equipamiento parecido con la mayoría de sus rivales. Quizá lo único que no me convence es el motor. No lo hace mal, pero tampoco propone demasiado. En esta categoría, la verdad, tampoco está obligado a hacerlo.
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La noticia KIA Sportage 2023, a prueba: la evolución de un SUV con vocación de superventas fue publicada originalmente en Motorpasión México por Gerardo García .
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